9788417059293
La pesca de la trucha en América
Richard Brautigan
Editorial: Blackie Books Año: 2017 Páginas: 176Formato: 21 x 14 cm.
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• EDICIÓN ESPECIAL 40ª ANIVERSARIO .
Nada es imposible en El monstruo de Hawkline, un western cómico-gótico considerado como uno de sus textos más convencionales. ¿Y qué es «convencional» para Richard Brautigan (Tacoma, Washington, Estados Unidos, 1935 - Bolinas, California, Estados Unidos, 1985), el gurú de la contracultura estadounidense? Pues una pareja de cowboys asesinos a sueldo, una Niña Mágica, dos hermanas idénticas y un mayordomo gigante enterrado dentro de una maleta en una mansión amarilla de Oregón rodeada de nieve aunque el termómetro marque más de 30 grados. Una casa encantada donde sus habitantes se quedan desnudos repentinamente o pierden el hilo enzarzándose en conversaciones delirantes (y en posturas sexuales impensables) mientras intentan resolver un caso: el de un monstruo, surgido de un experimento fallido con unas enigmáticas Sustancias...
Uno de los libros más célebres de los setenta y de Richard Brautigan, el escritor más milagroso de la literatura estadounidense del siglo XX. Uno de esos autores que cuentan con tantos seguidores apasionados que su apellido es ya un adjetivo. Sin duda, una novela muy Brautigan.
«Sé feliz, desconciértate. Siéntete vivo. Lee esto.» (Neil Gaiman).
«Brautigan es el Hemingway de los años 60.» (Jarvis Cocker).
«Leerlo fue como descubrir un Nuevo Mundo.» (Haruki Murakami).
• Traducción de Damià Alou
Algunos detectives valen más por lo que callan que por lo que dicen. C. Card vale más por lo que no tiene que por lo que tiene. No tiene balas para su revólver. No tiene dinero para su alquiler. No tiene el calcetín derecho. No tiene buena suerte, y tampoco tiene escrúpulos, ni vergüenza, ni nada que perder. Pero tiene un caso: una rubia adinerada muy aficionada a la cerveza le encarga robar el fiambre de una prostituta preciosa.
Y eso no es todo: también tiene un par de amigos (hasta las narices de prestarle dinero) y un mundo paralelo: Babilonia. Cuando sueña con Babilonia, se convierte en una estrella del béisbol, en chef de un restaurante mexicano, en el mejor amigo de Nabucodonosor, en el ídolo de Peter Lorre, en el azote de Ming (el terrible supervillano) y en amante de la secretaria más bella de la historia: Nana-Dirat. Pero soñar con Babilonia es peligroso: cuanto más consigue allí más pierde en el mundo real, donde su casera lo acosa, su madre reniega de él y nadie lo considera un detective decente.
Richard Brautigan, el autor fetiche de la contracultura de los sesenta, decía que su lugar en el mundo eran las nubes, porque era tan pobre, feliz, miserable, despistado, divertidísimo e irrepetible como C. Card, sin duda su mejor personaje.